miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sobre la Ley de Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal

La Ley de Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal constituye un hito de gran relevancia para el país, dada la enorme trascendencia que tiene en la conservación de los recursos naturales y en el desarrollo social de las comunidades rurales.


Hace 15 años que en el parlamento se discute esta normativa, y durante el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet el Ministerio de Agricultura convocó a una Mesa Forestal con la presencia de representantes de una amplia gama de organizaciones ligadas al sector, a fin de consensuar los temas a abordar en el cuerpo legal y posponer otras materias controversiales para una futura ley complementaria, como la sustitución-habilitación de superficie del bosque esclerófilo para la agricultura y la puesta en vigencia legal del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado.


El proyecto de Ley de Bosque Nativo ingresó el 28 de abril de 1992, durante la Presidencia de Patricio Aylwin, a la Cámara de Diputados para su debate, siendo aprobado en 1994 y enviado al Senado. Posteriormente, el Ejecutivo, bajo la Administración del Presidente Eduardo Frei, introdujo en 1995 algunas indicaciones sustitutivas. En la campaña presidencial de 1999, Ricardo Lagos adquirió el compromiso de promulgar esta normativa, para lo cual el 2001 se firmó un protocolo de acuerdo. En los años 2004 y 2005, el Ejecutivo nuevamente incorporó indicaciones al proyecto al no existir concordancia parlamentaria. Al asumir Michelle Bachelet la Jefatura de Estado el 2006, se suscribió ese año un acuerdo de trabajo con la Subsecretaría de Agricultura para dar curso legislativo al proyecto, invitándose a los distintos actores del sector a integrar una Mesa Forestal destinada a buscar el consenso. El resultado de la labor de este grupo motivó el envío en enero de 2007 de nuevas indicaciones por parte del Ejecutivo, ahora centradas en la recuperación y fomento del bosque nativo. Ello fue aprobado rápidamente por el Senado y remitido a la Cámara, la que impugnó algunos artículos que fueron después dirimidos en una Comisión Mixta.


Liderada por la Subsecretaría de Agricultura, la Mesa Forestal público-privada que logró destrabar el proyecto de ley estuvo conformada por directivos de la Corporación Nacional de la Madera (CORMA), la Asociación Gremial de Industriales de la Madera (ASIMAD), la Corporación Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile (MUCECH), la Confederación Nacional Voz del Campo, Campocoop, la Confederación Unidad Obrero Campesina (UOC), el Comité Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF), la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, el Colegio de Ingenieros Forestales (CIF), la Asociación de Forestadores de Chile (ANAFOCHI), la Asociación Gremial por el Bosque Nativo de Ñuble, el Comité Científico para el Bosque Nativo, la Red de Bosque Nativo y la Red de Propietarios de La Araucanía, más el Instituto Forestal (INFOR), la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que cumplió la función de Secretaría Ejecutiva.


En consecuencia, de siete módulos temáticos del proyecto, cuatro fueron consensuados y considerados en la ley: Sistema de Incentivos, Regulación de las Intervenciones, Acreditadores y Fondo para la investigación, mientras que los otros tres (Habilitación-Sustitución de Superficie Forestal para fines Agrícolas, Institucionalidad de las Áreas Silvestres Protegidas del Estado y Monumentos Naturales) quedaron para una ley complementaria.


La Ley de Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal tiene como objetivos la protección, la recuperación y el mejoramiento de los recursos naturales originarios del país.


Esta iniciativa legal presenta un fuerte componente social, promoviendo un mejoramiento de la calidad de vida de los campesinos forestales y trabajando sustentablemente los productos derivados del bosque nativo. Junto con ello, alienta la conservación de los recursos forestales originarios como una manera de proteger el medio ambiente.


La ley está dirigida hacia los dueños de predios con bosque nativo, especialmente a los miles de pequeños propietarios que tienen bajo su control una extensión aproximada de 3,5 millones de hectáreas de este recurso.


En este sentido, y con el propósito de impulsar el desarrollo rural, la nueva normativa legal establece un sistema de bonificaciones con dos concursos: uno para los pequeños propietarios y otro para medianos y grandes propietarios.

A fin de acceder a estos incentivos económicos, los postulantes deberán ejecutar -mediante Planes de Manejo autorizados por CONAF- una de las tres actividades consideradas para las bonificaciones:


1. Maderera: madera aserrable, trozos, trozos con valor para la bioenergía, leña, etc.

2. No maderera: turismo, frutos, semillas, hongos, cortezas, follaje, captura de carbono.

3. Preservación de la diversidad biológica: esta actividad está orientada a potenciar la biodiversidad de la vegetación nativa y las formaciones xerofíticas. Estas últimas, compuestas por especies que se desarrollan en zonas áridas y semiáridas.


El Ministerio de Hacienda dispuso para este fin un fondo de 8 millones de dólares anuales, lo que redundará sin dudas en un fuerte impacto en la generación de empleo.

Respecto a la conservación del bosque nativo, la ley prohíbe la corta en las proximidades de masas y cursos naturales de agua (ríos, humedales y glaciares), en terrenos con excesiva pendiente y aquellas especies identificadas en alguna de las categorías con problemas de conservación. Además, incentiva la investigación, el mejoramiento de las especies y la mantención de sus ecosistemas, como una forma de fortalecer el bosque nativo.


Conforme a estimaciones de la Subsecretaría de Agricultura esta disposición legal trae consigo enormes perspectivas de desarrollo, y algunos de sus beneficios son:


- En una proyección de 15 años, se espera generar unos 5.000 empleos directos y 33.000 empleos indirectos, siendo los principales beneficiados los habitantes de comunas rurales. En la actualidad, el sector forestal da trabajo a cerca de 130.000 personas directamente y de manera indirecta a 300.000 trabajadores.


- En el plano de la conservación, se estima recuperar una superficie de 600.000 hectáreas de bosque nativo, con fines productivos.


- Igualmente, se pronostica incrementar la preservación de unas 500.000 hectáreas de bosque nativo y formaciones xerofíticas, como una manera de mantener ecosistemas importantes para la existencia de especies de flora y fauna.

- Frente al escenario deficitario de energía del país, la generación de electricidad cobra una especial importancia, a la que puede contribuir el sector forestal. En este sentido, se prevé la producción de 1.750 MW si se realizan las inversiones necesarias destinadas a aprovechar la biomasa (desechos forestales) del bosque nativo como insumo para la generación de energía.


- Bastante avanzada está también la iniciativa gubernamental por la producción de biodiésel. Para tal efecto, han viajado a Alemania profesionales de ENAP y CONAF para recabar información de especialistas y organismos de dicho país, a fin de instalar una planta en Chile.


- La actividad maderera también está en condiciones de hacer su aporte al desarrollo económico y social con una producción estimativa del orden de los 2,5 millones de m3.


martes, 10 de noviembre de 2009

Sobre el Consejo Consultivo del Bosque Nativo

Para la implementación y puesta en marcha de esta nueva ley se creó el Consejo Consultivo del Bosque Nativo, organismo contemplado en la normativa compuesto por representantes del sector público y privado, académicos y organizaciones de la sociedad civil. Entre otras funciones, este organismo, cuyos miembros integrarán el Consejo Consultivo durante tres años bajo la modalidad “ad honorem”, tiene la misión de evaluar la evolución de la Ley de Bosque Nativo y también formular observaciones a las políticas que elabore el Ministerio de Agricultura para la utilización de los recursos del fondo de investigación; proponer criterios de priorización de los terrenos, focalización y asignación de las bonificaciones contenidas en la ley; así como los criterios de evaluación técnica y ambiental.

Mediante un concurso público, distintas entidades provenientes del sector privado, del mundo forestal y ambiental, tuvieron oportunidad de presentar propuestas para estar representados en este Consejo. Así, junto a la Ministra de Agricultura, quien preside el organismo, integran este Consejo Consultivo otras 14 personas:

- Catalina Bau Aedo, Directora Ejecutiva de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), como Secretaria Ejecutiva.

- Álvaro Sapag Rajevic, Director Ejecutivo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA).

- Marta Ábalos Romero, Directora del Instituto Forestal (INFOR).

- Antonio Lara Aguilar, de la Universidad Austral de Chile, como persona representativa de Escuelas o Facultades de Ingeniería Forestal.

- Javier Simonetti Zambelli, de la Universidad de Chile, como persona representativa de Escuelas o Facultades de Biología.

- Luis Astorga Schneider, de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), y Flavia Liberona Céspedes, de la Fundación TERRAM, como personas representativas de organizaciones no gubernamentales, sin fines de lucro, con trayectoria en la conservación y uso sustentable del bosque nativo.

- Rodolfo Tirado Santelices, de la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), y Víctor Sierra Muñoz, de la Asociación Gremial Regional Forestal y Maderera de Aysén (ARFOAYSEN A.G.), como personas representativas de organizaciones gremiales y cooperativas de medianos y grandes propietarios de predios con bosque nativo.

- Manuel Llao Calcumil, de la Asociación Nacional de Comunidades Agrícolas e Indígenas Leftraru A.G., y Luis Corrales, de la Red de Propietarios de Bosque de La Araucanía, como personas representativas de organizaciones gremiales y cooperativas de pequeños propietarios de predios con bosque nativo.

- Paula Troncoso Cruz, Gerenta General del Parque Privado Ahuenco, como persona representativa de asociaciones de propietarios de Áreas Silvestres Protegidas de Propiedad Privada.

- Jaime Salas Arancibia, Presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Chile A.G.

- Francisco Squeo Porcile, Presidente de la Sociedad de Botánica de Chile.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

Sobre el Fondo de Conservación, Recuperación y Manejo Sustenatble del Bosque Nativo

La Ley de Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal estableció la creación de un Fondo concursable desatinado a la conservación, recuperación o manejo sustentable del bosque nativo, a través del cual se otorgará una bonificación destinada a contribuir a solventar el costo de diferentes actividades. Los recursos del Fondo se adjudicarán por concurso público, y para postular los interesados deberán presentar una solicitud de bonificación, acompañada de un proyecto de Plan de Manejo Forestal o Plan de Manejo de Conservación, que deberá detallar la o las actividades a realizar e identificar la superficie a intervenir. Dentro de las actividades financiables por este fondo se encuentran:


Actividades que favorezcan la regeneración, recuperación o protección de formaciones xerofíticas de alto valor ecológico o de bosques nativos de preservación, con el fin de lograr la mantención de la diversidad biológica, con excepción de aquéllos pertenecientes al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado. Dicha bonificación alcanzará hasta 5 UTM por hectárea y apoyará acciones tales como:


  1. Revegetación;
  2. Enriquecimiento ecológico;
  3. Control o eliminación de especies vegetales exóticas invasoras que amenacen las formaciones xerofíticas de alto valor ecológico o bosques nativos de preservación por 4 años;
  4. Exclusión de pastoreo por animales herbívoros y de otras actividades de impacto negativo por 5 años para formaciones xerofíticas y 3 años para bosque nativo;
  5. Establecimiento de obras de control de escurrimiento e infiltración dirigidas a controlar procesos erosivos que amenacen o afecten la integridad y/o estabilidad del área bajo manejo;
  6. Establecimiento de conexiones entre áreas de formaciones xerofíticas de alto valor ecológico o bosques nativos de preservación; y
  7. Aquellas pertinentes que favorezcan la regeneración, recuperación o protección de formaciones xerofíticas de alto valor ecológico o de bosques nativos de preservación y se incluyan en tabla anual de valores de actividades bonificables.

Actividades silviculturales dirigidas a la obtención de productos no madereros. Dicha bonificación alcanzará hasta 5 UTM por hectárea, y apoyará acciones tales como:


  1. Plantación suplementaria;
  2. Protección mediante cercos;
  3. Ejecución de clareos;
  4. Ejecución de raleos;
  5. Ejecución de podas;
  6. Limpias posteriores a siembra, plantación o regeneración natural establecida; y
  7. Aquellas pertinentes que favorezcan la obtención de productos no madereros y se incluyan en la tabla anual de valores de actividades bonificables.


Actividades Silviculturales destinadas a manejar y recuperar bosques nativos para fines de producción maderera. Dicha bonificación alcanzará hasta 10 UTM por hectárea, y apoyará acciones tales como:


  1. Plantación suplementaria;
  2. Protección mediante cercos;
  3. Ejecución de clareos;
  4. Ejecución de raleos;
  5. Ejecución de podas;
  6. Ejecución de cortas de liberación;

  7. Actividades de establecimiento de la regeneración

  8. Limpias posteriores a la siembra, plantación o regeneración natural establecida; y

  9. Aquellas pertinentes que favorezcan la obtención de productos madereros y se incluyan en la tabla anual de valores de actividades bonificables.


En el caso de pequeños propietarios forestales, el monto de las bonificaciones señaladas en los literales del inciso primero de este artículo deberá ser incrementado hasta en un 15%, según se disponga en el reglamento del Fondo.


Se bonificará, además, la elaboración de los Planes de Manejo Forestal concebidos bajo el criterio de ordenación.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Sobre la iniciativa ampliación de la Reserva de Biosfera Araucarias

En la Región de la Araucanía existe una iniciativa que busca la ampliación de la actual Reserva de Biosfera Araucarias. Esta iniciativa ha sido impulsada por el Comité de Iniciativa, equipo público privado compuesto, entre otros, por la CONAF y la Corporación parques para Chile.


La iniciativa se basa en una propuesta de ordenación territorial y gobernanza para la coordinación y ejecución de acciones de conservación, desarrollo social y económico y apoyo logístico.


La zonificación de las reserva de biosfera se compone de: zonas núcleo, zonas tampón y zonas de transición. Las zonas núcleo corresponden a las áreas de mayor importancia por su biodiversidad y deben estar bajo protección legal, perteneciendo en este caso al Estado de Chile. Las zonas tampón también tienen gran importancia por su biodiversidad, y son áreas que tienen como función la conservación y asegurar la protección de las zonas núcleo. En el caso de la Reserva de Biosfera Araucarias las zonas tampón pertenecen, en su mayoría, a terrenos privados de pequeños propietarios. La zona de transición corresponde a la zona de mayor asentamiento humano y en donde se realizan actividades económicas de forma extensiva. Para este caso no nos referiremos a ella.


El territorio que se propone para la ampliación de la Reserva de Biosfera Araucarias posee 107,976 habitantes, 1.142.850 has, y abarca nueve comunas de la región de La Araucanía. La superficie total de las zonas núcleos corresponde a 271,624 has, y la superficie de las zonas tampón poseen un total de 372,949 has.


Dentro de los 107,976 habitantes de la Reserva de Biosfera Araucarias solo 4,700 habitan en la zona tampón y 72 habitan al interior de zonas núcleo, principalmente personal de CONAF.


Dentro de los 107,976 habitantes de la Reserva de Biosfera Araucarias solo 4,700 habitan en la zona tampón y 72 habitan al interior de zonas núcleo, principalmente personal de CONAF.


Propuestas de zonificación para la ampliación de la Reserva de Biosfera Araucarias


Para la propuesta de zonificación de la zona tampón se diseñó un buffer de un kilómetro alrededor de las áreas protegidas y otras áreas de significancia ecológica. Otro criterio utilizado fue incluir dentro de la zona tampón todo el territorio que contenga la especie Araucaria araucana y bosque nativo adulto que no esté protegido bajo la categoría de SNASPE. Esta zona fue diseñada de manera tal que el mínimo de asentamientos humanos quedara en su interior y estuviera compuesta principalmente por cabeceras de cuencas.


En relación al uso de suelo en la zona tampón, el 41,7% corresponde a bosque adulto, lo que indica el estado de conservación de esta zona. El 14,3% corresponde a bosque renoval, generando interesantes posibilidades del manejo de este tipo de bosque para la producción y certificación de leña. Otro dato relevante es que la zona tampón contiene el 51% de las araucarias ubicadas en la Reserva de biosfera propuesta.


En lo que respecta al régimen de tenencia de la tierra en esta zona, se observa que en su mayoría son terrenos de propiedad privada, sin embargo, también se encuentran terrenos fiscales de pequeñas dimensiones administrados por el Ministerio de Bienes Nacionales. Dentro de las 372,949 hectáreas de la zona tampón existen 3,603 hectáreas con propiedad inscrita a nombre de comunidades indígenas. Las comunidades indígenas de mayor extensión en la zona tampón corresponden a la Comunidad Bernardo Ñanco, ubicada en el sector El Naranjo, Comuna de Curacautín y Lonquimay, La Comunidad Manuel Quintunahuel, ubicada en el sector de Reigolil en la Comuna de Curarrehue, y la Comunidad Manuel Huaquivir, en el sector de Quelhue, Comuna de Pucón.